Alguna vez comenté que si este blog sería famoso sería hablando del amor. Y en realidad ha sido un tema que me ha dado muy duro en la vida, y no por decepciones, sino por “inexperiencia”.
Muchos no lo creen, pero soy una persona muy tímida en esta área, pienso miles de veces antes de decir, hacer algo.
Por mucho tiempo he visto como todo el mundo consigue su media naranja, que para mi no debe ser media sino naranja completa, y a partir de eso más lo que yo he vivido me he hecho una imagen de lo que es el amor.
Un día a mi también me tocó mi turno, ame a alguien. Es muy rico.
No sé cuándo se vuelva a repetir, pero sin duda alguna tengo muchas ganas de que suceda de nuevo (si estoy bien).
Creo que el amor es como un leasing (un arrendamiento con opción de compra). Todos los días, meses, años hay que estar pendiente de “pagar la cuota” para que algún día ya sea de uno, para que un día ames y te amen.
No estoy acostumbrado a la normalidad, al “déjese llevar”.
Afortunadamente para todo mal hay medicina. Tampoco soy Pablo Remalas, nada de eso, sencillamente que como dice mi frase de la semana: “allí, donde toques la memoria, duele”.