Por: Juan Carlos Palma (Redactor Publicitario Lowe-SSP3)
Cliente: Arturo Calle
¿Las arañas?¿las serpientes?¿las alturas? A todos, algo nos produce miedo. A todos, por lo menos una vez en la vida nos ha tocado enfrentarnos al pánico que produce empezar a escribir. Porque escribir no es fácil. Escribir es lo último que hacen los grandes escritores. Primero piensan, viajan, reacuerdan de todo lo que sufrieron, se toman unos tragos, fuman, se vuelven a sentar, se vuelven a parar, riegan as matas, hablan con sus amigos porque alguno de sus personajes se parece a ellos, respiran, salen a tomar un poco de aire y al final, sólo al final, escriben. Usted seguramente no es un gran escritor, no se ha ganado un nobel y no se lo ganará. Pero ha sentido la presión, ha tachado, ha borrado, ha vuelto a empezar un texto, ha botado por equivocación el papel que no era. Ha sentido rabia por no expresar lo que quiere expresar. Ha sentido el nudo en el estómago que causa escribir una nota de amor. El pánico que produce redactar u simple informe para el jefe, porque de lo que uno ponga ahí, podría depender su aumento, y tal vez, el de quienes lo rodean. Y ¿por qué? Porque escribir no es algo que se puede tomar a la ligera. Porque de lo que se escriba puede depender el éxito o el fracaso. Cada mañana usted tiene la oportunidad de escribir una nueva página en su vida. Una página que los demás empiezan a leer por lo que usted lleva puesto. ¿Qué quiere contar?
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Hoy quiero contar que mi vida es feliz, pero puede serlo más.
Cliente: Arturo Calle
¿Las arañas?¿las serpientes?¿las alturas? A todos, algo nos produce miedo. A todos, por lo menos una vez en la vida nos ha tocado enfrentarnos al pánico que produce empezar a escribir. Porque escribir no es fácil. Escribir es lo último que hacen los grandes escritores. Primero piensan, viajan, reacuerdan de todo lo que sufrieron, se toman unos tragos, fuman, se vuelven a sentar, se vuelven a parar, riegan as matas, hablan con sus amigos porque alguno de sus personajes se parece a ellos, respiran, salen a tomar un poco de aire y al final, sólo al final, escriben. Usted seguramente no es un gran escritor, no se ha ganado un nobel y no se lo ganará. Pero ha sentido la presión, ha tachado, ha borrado, ha vuelto a empezar un texto, ha botado por equivocación el papel que no era. Ha sentido rabia por no expresar lo que quiere expresar. Ha sentido el nudo en el estómago que causa escribir una nota de amor. El pánico que produce redactar u simple informe para el jefe, porque de lo que uno ponga ahí, podría depender su aumento, y tal vez, el de quienes lo rodean. Y ¿por qué? Porque escribir no es algo que se puede tomar a la ligera. Porque de lo que se escriba puede depender el éxito o el fracaso. Cada mañana usted tiene la oportunidad de escribir una nueva página en su vida. Una página que los demás empiezan a leer por lo que usted lleva puesto. ¿Qué quiere contar?
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Hoy quiero contar que mi vida es feliz, pero puede serlo más.
2 comentarios:
qué buen texto, lograste describir a la perfección lo que significa para mí escribir.
un saludo y por acá volveré con más tiempito...
Quiero contarle que no se me ocurre nada mejor que comentar.
Felicíteme a Palma, ya entendí porque uno lo ve paseando por todo Lowe.
Saludos Juanito
¿Cómo podrías ser más feliz?
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