Convoqué a 4 diferentes personas que conozco, de diferentes edades, estudios, religiones (pensamientos), en fin, totalmente diferentes para que me diera cada uno su punto de vista sobre qué es la decepción para cada uno de ellos. Esto dijeron.
“Decepción es un vacío, una sorpresa… porque llega algo que uno nunca se imaginaba que podía llegar, algo negativo”
“Es como un sentimiento de "falla".
“Decepción, y desde mi óptica, es cuando tienes una expectativa de algo y no se cumple, entonces nos sentimos traicionados, defraudados… Puede ser de personas, situaciones, trabajos, familia, hijos, y aún Dios… A veces somos muy subjetivos y nos decepcionamos con argumentos incorrectos pero la mayoría de veces hay razones válidas para la decepción”.
“Eso es cuándo uno tiene sueños, metas y demás cosas puestas en algo, y de un momento a otro te das cuenta que nada de lo que pensabas era real sino una simple ilusión sana, que alguien se encarga de arruinar sin importar lo que uno quiere”.
¿Por qué escogí la decepción? Por que es algo por lo que todo el mundo ha pasado, unos lo justifican, otros lo lloran, otros lo están viviendo, pero en sí mismo es un sentimiento extraño, difícil de explicar por que va de acuerdo a las experiencias individuales. El umbral que abarca la decepción va desde nunca haber tenido un padre, hasta la infidelidad de un matrimonio con hijos. Es algo que cada uno mide y dimensiona con base a lo que es la entrega de una amistad. Por eso hace unos días escribía sobre que las decepciones más grandes, más importantes, vienen de los mejores amigos.
Mi última conclusión de esto es que la decepción es el sentimiento más difícil de sanar. Más allá de las tristezas, los duelos, la angustia… volver a confiar, volver a hablar, volver a entregarse a alguien no es fácil.
jueves, 31 de mayo de 2007
martes, 29 de mayo de 2007
lunes, 28 de mayo de 2007
Así es mi fútbol
“La pasión del fútbol es el gol… es el fútbol… es el gol…” con ese jingle crecí, y así me criaron. Con esa pasión me alimentaron desde bebe, y con esa pasión sigo jugando cada partido.
Desde pequeño, por influencias familiares, todo en mi vida ha tenido el sello de un balón, una cancha, un uniforme… el gen del fútbol lo aportaron tanto mi madre, que iba a todos los partidos de mi papá y mi tío, y por mi padre, quien hizo parte del aquel entonces glorioso Independiente Santa Fé.
Es algo alo que no me pude negar desde mi nacimiento. Es un hobby, un deporte, una pasión… es la herencia, es la promesa, es la vida.
Después de pasar por mementos de gloria jugando para la “Escuela de Fútbol El Chiqui García”, donde aprendí todas las mañas habidas, allá… donde me forme como un futbolista. En ese equipo conocí las vueltas olímpicas, las victorias, las medallas… el triunfo en las manos, la emoción de levantar un trofeo, como también la tristeza de perder por penaltis, y perder una final. También conocí la disciplina, la amistad, la entrega.
Siempre, defendiendo, marcando, pegando, así es mi juego. De entrega pura, sudor, gritos… A veces como capitán, a veces no… siempre aguantando, esperando el momento preciso para barrerme, midiendo la distancia para el cabezazo. Como volante o central, ahí siempre estoy.
Desde año y medio enfilo la poderosa naranja mecánica: La Agencia. Un equipo de amigos apasionados por la pecosa, por el triunfo y por la gloria. Así es que se vive el fútbol, dentro o fuera de las canchas. Sufriendo, llorando, gritando…
Toda esa pasión es para mi equipo, para los que me acompañan, para los que nos acompañan, por el respeto al deporte, por las ganas de victoria, por el hambre de gol, por las lagrimas y las revanchas… para los que creen y nunca se dejan derrotar, y para los que aún nos da ansiedad de tocar la cancha. Así es mi fútbol.
Desde pequeño, por influencias familiares, todo en mi vida ha tenido el sello de un balón, una cancha, un uniforme… el gen del fútbol lo aportaron tanto mi madre, que iba a todos los partidos de mi papá y mi tío, y por mi padre, quien hizo parte del aquel entonces glorioso Independiente Santa Fé.
Es algo alo que no me pude negar desde mi nacimiento. Es un hobby, un deporte, una pasión… es la herencia, es la promesa, es la vida.
Después de pasar por mementos de gloria jugando para la “Escuela de Fútbol El Chiqui García”, donde aprendí todas las mañas habidas, allá… donde me forme como un futbolista. En ese equipo conocí las vueltas olímpicas, las victorias, las medallas… el triunfo en las manos, la emoción de levantar un trofeo, como también la tristeza de perder por penaltis, y perder una final. También conocí la disciplina, la amistad, la entrega.
Siempre, defendiendo, marcando, pegando, así es mi juego. De entrega pura, sudor, gritos… A veces como capitán, a veces no… siempre aguantando, esperando el momento preciso para barrerme, midiendo la distancia para el cabezazo. Como volante o central, ahí siempre estoy.
Desde año y medio enfilo la poderosa naranja mecánica: La Agencia. Un equipo de amigos apasionados por la pecosa, por el triunfo y por la gloria. Así es que se vive el fútbol, dentro o fuera de las canchas. Sufriendo, llorando, gritando…
Toda esa pasión es para mi equipo, para los que me acompañan, para los que nos acompañan, por el respeto al deporte, por las ganas de victoria, por el hambre de gol, por las lagrimas y las revanchas… para los que creen y nunca se dejan derrotar, y para los que aún nos da ansiedad de tocar la cancha. Así es mi fútbol.
viernes, 25 de mayo de 2007
jueves, 24 de mayo de 2007
¿Qué quiere contar?
Por: Juan Carlos Palma (Redactor Publicitario Lowe-SSP3)
Cliente: Arturo Calle
¿Las arañas?¿las serpientes?¿las alturas? A todos, algo nos produce miedo. A todos, por lo menos una vez en la vida nos ha tocado enfrentarnos al pánico que produce empezar a escribir. Porque escribir no es fácil. Escribir es lo último que hacen los grandes escritores. Primero piensan, viajan, reacuerdan de todo lo que sufrieron, se toman unos tragos, fuman, se vuelven a sentar, se vuelven a parar, riegan as matas, hablan con sus amigos porque alguno de sus personajes se parece a ellos, respiran, salen a tomar un poco de aire y al final, sólo al final, escriben. Usted seguramente no es un gran escritor, no se ha ganado un nobel y no se lo ganará. Pero ha sentido la presión, ha tachado, ha borrado, ha vuelto a empezar un texto, ha botado por equivocación el papel que no era. Ha sentido rabia por no expresar lo que quiere expresar. Ha sentido el nudo en el estómago que causa escribir una nota de amor. El pánico que produce redactar u simple informe para el jefe, porque de lo que uno ponga ahí, podría depender su aumento, y tal vez, el de quienes lo rodean. Y ¿por qué? Porque escribir no es algo que se puede tomar a la ligera. Porque de lo que se escriba puede depender el éxito o el fracaso. Cada mañana usted tiene la oportunidad de escribir una nueva página en su vida. Una página que los demás empiezan a leer por lo que usted lleva puesto. ¿Qué quiere contar?
…………………………………………..................................................
Hoy quiero contar que mi vida es feliz, pero puede serlo más.
Cliente: Arturo Calle
¿Las arañas?¿las serpientes?¿las alturas? A todos, algo nos produce miedo. A todos, por lo menos una vez en la vida nos ha tocado enfrentarnos al pánico que produce empezar a escribir. Porque escribir no es fácil. Escribir es lo último que hacen los grandes escritores. Primero piensan, viajan, reacuerdan de todo lo que sufrieron, se toman unos tragos, fuman, se vuelven a sentar, se vuelven a parar, riegan as matas, hablan con sus amigos porque alguno de sus personajes se parece a ellos, respiran, salen a tomar un poco de aire y al final, sólo al final, escriben. Usted seguramente no es un gran escritor, no se ha ganado un nobel y no se lo ganará. Pero ha sentido la presión, ha tachado, ha borrado, ha vuelto a empezar un texto, ha botado por equivocación el papel que no era. Ha sentido rabia por no expresar lo que quiere expresar. Ha sentido el nudo en el estómago que causa escribir una nota de amor. El pánico que produce redactar u simple informe para el jefe, porque de lo que uno ponga ahí, podría depender su aumento, y tal vez, el de quienes lo rodean. Y ¿por qué? Porque escribir no es algo que se puede tomar a la ligera. Porque de lo que se escriba puede depender el éxito o el fracaso. Cada mañana usted tiene la oportunidad de escribir una nueva página en su vida. Una página que los demás empiezan a leer por lo que usted lleva puesto. ¿Qué quiere contar?
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Hoy quiero contar que mi vida es feliz, pero puede serlo más.
martes, 22 de mayo de 2007
Así es la vida!
Si me permiten, les quiero dar un consejo, o más bien, una frase preventiva: las mejores decepciones son de los mejores amigos.
Eso no quiere decir dejar de tener amigo, o no involucrarse lo suficiente con ellos. Los amigos son lo mejor, son como hermanos. Algunos tienen la fortuna de conocerlos desde pequeños y vivir con ellos viajes, peleas, tristezas, felicidades… de todo.
Pero es una realidad inminente. De ellos, de los que amamos, vienen los dolores más profundos, las heridas más sorprendentes y los recuerda casi imborrables.
De los mismos que alguna vez prometieron dar la vida por la de uno, dijeron que nunca se separarían, de ellos mismos es de los que les hablo.
Personalmente me siento afortunado de contar con amigos, comenzando por mi hermano, pero no por ser Juan Pablo escapo a esta regla de la vida.
Esta frase más que preventiva para dejar de entregarse a una amistad, es preventiva para no sorprenderse cuando pase y poder calmar más tranquilamente las penas.
Por último, a todos mis amigos les mando un abrazo grande y espero que nunca me decepcionen.
Eso no quiere decir dejar de tener amigo, o no involucrarse lo suficiente con ellos. Los amigos son lo mejor, son como hermanos. Algunos tienen la fortuna de conocerlos desde pequeños y vivir con ellos viajes, peleas, tristezas, felicidades… de todo.
Pero es una realidad inminente. De ellos, de los que amamos, vienen los dolores más profundos, las heridas más sorprendentes y los recuerda casi imborrables.
De los mismos que alguna vez prometieron dar la vida por la de uno, dijeron que nunca se separarían, de ellos mismos es de los que les hablo.
Personalmente me siento afortunado de contar con amigos, comenzando por mi hermano, pero no por ser Juan Pablo escapo a esta regla de la vida.
Esta frase más que preventiva para dejar de entregarse a una amistad, es preventiva para no sorprenderse cuando pase y poder calmar más tranquilamente las penas.
Por último, a todos mis amigos les mando un abrazo grande y espero que nunca me decepcionen.
jueves, 17 de mayo de 2007
Pregunta - Respuesta
Julio Sánchez : - ¿Cuál es la más linda de todas ustedes?
Señorita México: – Acá todas somos lindas
Por favor, no más. Esta clase de respuestas me acaban la paciencia y la fe en que las personas pueden ver más allá de sus ojos.
La verdad es que cuando me dicen “no sé, dónde tu quieras”, “di tú”, “a mi me gusta lo que a ti te gusta”, “no importa, di qué quieres hacer”… y toda esa mano de respuestas que en últimas no responden nada, sólo por quedar bien y no decir qué es lo que realmente quiere.
Es cierto que la verdad duele en muchos casos, en otros es difícil decirla, pero por favor no alimente esa cadena de palabras sin sentido que sólo generan desesperación y pueden llegar a acabar un momento agradable.
Diga sin miedo. Quiero comer corrientazo, carnalazo (por dieciseisava vez en la semana), en la casa, no tengo plata, no voy a comer… lo que sea, pero por el amor de Dios no responda tan vagamente como se suele escuchar.
Les dejo la inquietud a ver qué pasa!.
Por último diga. "Si, yo soy la más bonita, qué hago"
Señorita México: – Acá todas somos lindas
Por favor, no más. Esta clase de respuestas me acaban la paciencia y la fe en que las personas pueden ver más allá de sus ojos.
La verdad es que cuando me dicen “no sé, dónde tu quieras”, “di tú”, “a mi me gusta lo que a ti te gusta”, “no importa, di qué quieres hacer”… y toda esa mano de respuestas que en últimas no responden nada, sólo por quedar bien y no decir qué es lo que realmente quiere.
Es cierto que la verdad duele en muchos casos, en otros es difícil decirla, pero por favor no alimente esa cadena de palabras sin sentido que sólo generan desesperación y pueden llegar a acabar un momento agradable.
Diga sin miedo. Quiero comer corrientazo, carnalazo (por dieciseisava vez en la semana), en la casa, no tengo plata, no voy a comer… lo que sea, pero por el amor de Dios no responda tan vagamente como se suele escuchar.
Les dejo la inquietud a ver qué pasa!.
Por último diga. "Si, yo soy la más bonita, qué hago"
lunes, 14 de mayo de 2007
... no name
“No todo lo que brilla es oro” dicen muchas personas cuando hablan de cosas que parecen ser lo mejor, pero terminan dando sorpresas o sencillamente no son tan buenas. Dentro de eso están los días. Días que uno espera sean soleados, tranquilos y divertidos, pero terminan en una oscuridad llena de nubes que no deja ver nada. Ahí es cuando recuerdo frase de la semana pasada: "El carácter no se forma en la crisis, se revela en ellas". Y sé que la depresión es una decisión personal. Y sé que cada adversidad es un salto para aprender a volver sus debilidades en fortalezas.
También escuchaba “es menester pasar por tribulación para entrar en el Reino de Dios”. Así que las cosas que valen la pena no son gratis, hay que pasar por procesos… allá donde el carácter sea formado, dispuesto para recibir lo que se quiera venir.
También se habla de “es pura actitud”. Y sí, es verdad. La vida es una actitud tras una decisión.
Afortunadamente todos los días hay miles de cosas que me recuerdan que no estoy solo en esta vida, que se puede acabar todo lo que tengo, pero tengo la tranquilidad que si los pájaros nunca mueren de hambre, yo tampoco lo haré. Afortunadamente existen los dolores, las tristezas, los cambios, las decisiones, las enfermedades, las desilusiones… gracias a todas ellas se aprende, se mejora y se supera. Obvio, las lágrimas, las decisiones, las trasnochadas van de la mano… y por ahí, en un rincón recuerdo “no hay carga que el hombre no supere”.
Al final de todo esto sale una voz que grita “quitamanchas”, y no es por una genialidad de Unilever o Procter & Gamble. Es la voz que canta que toda mancha se puede limpiar, por más profunda que sea… es la voz que canta que todo tiene solución.
También escuchaba “es menester pasar por tribulación para entrar en el Reino de Dios”. Así que las cosas que valen la pena no son gratis, hay que pasar por procesos… allá donde el carácter sea formado, dispuesto para recibir lo que se quiera venir.
También se habla de “es pura actitud”. Y sí, es verdad. La vida es una actitud tras una decisión.
Afortunadamente todos los días hay miles de cosas que me recuerdan que no estoy solo en esta vida, que se puede acabar todo lo que tengo, pero tengo la tranquilidad que si los pájaros nunca mueren de hambre, yo tampoco lo haré. Afortunadamente existen los dolores, las tristezas, los cambios, las decisiones, las enfermedades, las desilusiones… gracias a todas ellas se aprende, se mejora y se supera. Obvio, las lágrimas, las decisiones, las trasnochadas van de la mano… y por ahí, en un rincón recuerdo “no hay carga que el hombre no supere”.
Al final de todo esto sale una voz que grita “quitamanchas”, y no es por una genialidad de Unilever o Procter & Gamble. Es la voz que canta que toda mancha se puede limpiar, por más profunda que sea… es la voz que canta que todo tiene solución.
(Recomendado: http://www.rescategospel.com.ar/)
sábado, 5 de mayo de 2007
La ciudadana
Yadi es la ciudadana de esta ciudad jamás contada, una ciudad que siempre se divierte, nunca deja de cantar y por más profundo que sea el dolor nunca deja de trabajar. Siempre se levanta a orillas de la sabana a ver cómo las nubes aún cubren la carretera que le lleva a cumplir sus sueños. Yadi es el símbolo del amor, la fé y la esperanza que no deja de alentar la vida de sus dos hijos.
Acostumbrada a madrugar, cocinar y orar, así es el espíritu de esta habitante que no puede dormir antes de calmar el aire de su familia. Desde hace más de 15 años vive entre el aguante de sus sueños, la esperanza de lo invisible y la realidad sin contar.
Camina, camina y camina, nunca deja de sonreir, levanta su pecho, respira y siempre entona un "muy buenos días". Así es esta guerrera, una heroína social, que no tolera el desorden, es más, ella es la responsable del desorden.
Yadi es la empleada de mi casa. Yadi es el orgullo de toda la familia Tinjacá. Madre soltera de dos hijos, indpendiente, orgullosa de su vida y con el sueño de cada día ser más felíz.
Ella es la habitante de esta ciudad jamás contada. Ella es el ícono de la evolución y perseverancia humana. Ella es la respuesta al ¿cómo lo vamos a hacer?
Gracias a ella esta ciudad tiene un motor que la hace latir, vivir y, no sé cuándo, morir.
Acostumbrada a madrugar, cocinar y orar, así es el espíritu de esta habitante que no puede dormir antes de calmar el aire de su familia. Desde hace más de 15 años vive entre el aguante de sus sueños, la esperanza de lo invisible y la realidad sin contar.
Camina, camina y camina, nunca deja de sonreir, levanta su pecho, respira y siempre entona un "muy buenos días". Así es esta guerrera, una heroína social, que no tolera el desorden, es más, ella es la responsable del desorden.
Yadi es la empleada de mi casa. Yadi es el orgullo de toda la familia Tinjacá. Madre soltera de dos hijos, indpendiente, orgullosa de su vida y con el sueño de cada día ser más felíz.
Ella es la habitante de esta ciudad jamás contada. Ella es el ícono de la evolución y perseverancia humana. Ella es la respuesta al ¿cómo lo vamos a hacer?
Gracias a ella esta ciudad tiene un motor que la hace latir, vivir y, no sé cuándo, morir.
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